sábado, 23 de enero de 2010

De perros que saben que sus amos están camino de casa y que no les hacen ni puñetero caso cuando entran por la puerta

Desdichado, por muy silencioso y especial que se crea respecto al humano standard, no deja de sorprenderme en su extraño comportamiento.
En efecto, tal y como cuenta la leyenda urbana, los perros que estamos muy unidos por vínculos de la madre naturaleza a nuestros dueños, somos capaces de adelantarnos a saber cuando van a llegar a casa. Por eso, unos minutos antes de que "Desdi" llegue a casa, me subo a mi sillón y me convierto en estatua de sal. "Desdi" entra, saluda al resto de la manada menos a mí (cosa que lleva haciendo desde siempre) y yo no muevo ni una pestaña. Antes  salía corriendo a su encuentro, saltaba, le ponía las patas encima... y no le hacía ninguna gracia. Sin embargo, ahora que le respondo con la más absoluta indiferencia, se ha puesto la mar de contento y va presumiendo al resto de la manada con que ya es el líder, que si patatín, que si patatán...dándoselas de postín. ¿Líder con un schnauzer standard en casa? Hay que ser iluso. Pero bueno, cuesta poco hacerle felíz.
Por cierto, que "Desdi" quiere saber si puedo adivinar el número del próximo sorteo de la lotería, pero esa cualidad no la he podido heredar de mis ancestros.